Javier Ceballos Jimenez Los jugadores que han elegido una seleccion diferente a la original

Javier Ceballos Jiménez: Los futbolistas que han elegido una selección diferente a la de su país de origen

El fútbol es el deporte que une a los pueblos por excelencia, desde Sudamérica hasta Europa, pasando por África y Asia: basta con encontrar un balón (o algo muy parecido) para iniciar un partido. Futbolistas de todo el mundo siempre se han movido de equipo en equipo para crecer deportivamente y se puede decir que este deporte rompe barreras y fronteras. Desde pequeños, todos los jugadores en ciernes sueñan con vestir algún día la camiseta de su selección nacional, representar a la nación en la que crecieron y convertirse en leyendas, no solo ante los ojos de sus aficionados.

Sin embargo, los jugadores nacidos en un lugar, no siempre deciden jugar para la nación en la que nacieron: este es el caso de muchos jugadores de élite con diferentes nacionalidades, nacidos y criados en un país, pero naturalizados como ciudadanos de otro.

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CAMPEONES DEL MUNDO

Este es el caso, por ejemplo, del campeón mundial alemán de 2006, Mauro German Camoranesi: nació en Tandil, Argentina, pero pudo solicitar un pasaporte italiano, ya que su abuelo era de la región de Marche. Un evento para los aficionados que vieron al jugador con la camiseta del Italia. A diferencia de Bielsa, técnico de la selección argentina en ese momento, que no lo consideraba importante para su selección, Camoranesi decidió aceptar la convocatoria con Italia, jugando sus mejores partidos ante Francia y Australia.

No es el único caso de jugadores que han aceptado la llamada de la selección italiana, convirtiéndose en todos los aspectos en jugadores italianos. En los últimos años, recordamos a Franco Vásquez (argentino) y al cuarteto de brasileños formado por Jorginho, Thiago Motta, Eder y Amauri. Todos ellos han explotado sus orígenes italianos para poder vestir la camiseta azul de la selección nacional, estableciéndose lejos del fútbol brasileño.

Las selecciones más importantes del mundo siempre han podido contar con jugadores naturalizados. Por ejemplo, Alemania durante años ha confiado en Podolski y Klose, dos de los futbolistas más fuertes de su generación, ambos nacidos en Polonia. En cambio, Kevin Prince Boateng, nacido en Berlín, optó por vestir la camiseta ghanesa, para honrar los orígenes de sus padres. Curiosamente, el hermano de Boateng, Jerome, siguió jugando en Alemania, convirtiéndose en un baluarte fundamental de la selección campeona del mundo y campeona de Europa.

EL CASO SUDAMERICANO

Un caso aparte son los futbolistas sudamericanos, que muy a menudo pueden presumir de orígenes españoles o portugueses. Ya el Balón de Oro Alfredo Di Stéfano, a fines de la década de 1940, había explotado su doble nacionalidad, para jugar tanto con la camiseta de Argentina como con la de España. Otro Balón de Oro como Deco eligió representar a Portugal, nación donde se había consagrado como futbolista, y no a Brasil, donde nació. Del mismo modo, Pepe, un central muy fuerte del Real Madrid, tomó la misma dirección, vistiendo la camiseta lusitana.

Diego Costa ha aprovechado recientemente su doble nacionalidad para consolidarse definitivamente como jugador español, tras haber debutado en dos amistosos con la camiseta de la Selecao: una decisión ciertamente no bien vista por la afición carioca y por muchos puristas del fútbol, quien atrajo el disgusto de muchos sobre el atacante.

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